El pasado 10 de diciembre se cumplió un año de gestión del primer gobierno libertario que, si en cuanto a sensaciones hablamos pareció más tiempo pero, en la realidad, claramente no lo fue.
Milei fiel a su estilo, se convirtió en un presidente que vino a poner “pies para arriba” toda una manera de hacer política que ya venía con un ciclo cumplido, y que fue ratificado con la voluntad popular en su aplastante triunfo en el ballotage sobre Sergio Massa.
Las provincias fueron las primeras en recibir ese “shock” de que todo no iba a ser como antes, ya que “la motosierra” no fue solo una promesa electoral, sino una premisa en los primeros meses de esta gestión libertaria.
En un primero momento, Para los gobernadores, todo fue como una especie de caja de pandora, pero a su vez tenían que tomar una decisión, revelarse o acompañar de forma “dialoguista” al Gobierno Nacional para asegurar los recursos para sus provincias.
Catamarca no fue la excepción, no se mantuvo ajena a este complejo contexto que se avecinaba. Jalil, desde un principio se mostró dispuesto a un dialogo abierto y constructivo, formando parte del grupo de los mandatarios “dialoguistas” junto a Jaldo de Tucuman y Saenz de Salta.
Se podría decir que este 2024 culmina con saldo positivo para la provincia, teniendo en cuenta que supo administrar los recursos de una manera estratégica, lo que garantizó que no se resintieran los cimientos de la economía, infraestructura, educación y salud local. Otro de los índices que marcaron en alza y que permitió a Catamarca posicionarse como una de las provincias con mejor generación de empleo privado.
En cuanto a Minería, las inversiones privadas cumplieron y todo parece indicar, que seguirán las “buenas nuevas” en el 2025. Otro hecho histórico vinculado a esta vital actividad, fue lograr el traspaso del establecimiento de Minas Capillitas al Estado provincial y, a partir de ahora, la designación de la presidencia de YMAD será potestad exclusiva de la provincia de Catamarca, claramente, este fue un gran gesto del gobierno nacional para con Jalil.
En materia legislativa, el Gobernador fue un permanente auxilio para Milei en el Congreso de la Nación. Aportando votos mediante sus Diputados y Senadores en leyes claves que permitieron gobernabilidad en el primer tramo del año.
Como todo en política tiene un costo y Jalil lo sabe, es que fue y es mirado de reojo constantemente por parte de su propio partido, como así también de históricos dirigentes que no coinciden con sus formas. Los que tienen años en esto, lo llaman “fuego amigo”, para contrarrestar el propio Gobernador expreso que el peronismo debe tener una «actitud reflexiva» y no ser solamente oposición.
Finalizando, podemos tomar como lectura que, a pesar de las diferencias ideológicas y políticas que tienen ambos mandatarios, es un claro ejemplo de cómo trabajar y abordar las distintas necesidades de las provincias dialogando y cooperando entre sí.