Cada 24 de junio se celebra a San Juan Bautista, con rituales ancestrales que mezclan lo cristiano y lo popular. En barrios y pueblos se encienden fogatas y se queman muñecos que simbolizan lo viejo y negativo, en un gesto de purificación y renacimiento.
Desde el ISAC recrean este rito, con la creencia de que el fuego consume lo malo para dar lugar a lo nuevo.

La figura del Gobernador Jalil, fue el principal protagonista, ya que lo representaron en una avioneta con dólares bajo el brazo, en un claro mensaje político, que para una parte de la sociedad catamarqueña no cayó para nada bien, teniendo en cuenta el difícil contexto, donde la sensibilidad social no pasa por su mejor momento.
